Aunque se ha vuelto menos común debido a los avances tecnológicos, no todos los neumáticos o ruedas están perfectamente equilibrados al fabricarse. Un ligero desequilibrio entre la llanta y el neumático puede provocar un desequilibrio grave en el conjunto de la rueda. El neumático y la llanta casi siempre se fabrican simétricamente y con el tamaño de diseño deseado. Debido a pequeños cambios en el proceso de fabricación, el diseño no es exactamente el previsto, pero sí dentro de tolerancias razonables. Estas tolerancias provocan desequilibrios en las ruedas y neumáticos.