La forma en que se aprieta la tuerca es muy importante. Demasiado apretado y demasiado apretado puede causar problemas. Entonces, sí, no es bueno apretar demasiado la tuerca. Las tuercas excesivamente apretadas pueden pelar las roscas, dañar las ruedas, dañar los discos de freno y pueden enganchar los pernos de las ruedas. Sin embargo, un apriete insuficiente de las tuercas puede hacer que se aflojen, con resultados desastrosos.

Por lo tanto, no apriete demasiado ni demasiado la tuerca. Asegúrese de saber exactamente cuánto torque requieren. O, en caso de duda, consulte a un profesional certificado para que le ayude a instalarlos o apretarlos.